Imprevisibilidad e inseguridad jurídica son dos términos que no figuran en ningún manual del buen inversor. La puja entre los gobernadores petroleros y las amenazas cruzadas con el Gobierno no sólo sumaron incertidumbre al sector, sino que plantea de fondo un problema político y fiscal con un sistema de coparticipación que viene crujiendo en los últimos 25 años.