El Eternauta, esa historieta que forma parte del corazón cultural argentino, llegó a Netflix en forma de serie y ya es un éxito. Pero lo que muchos no saben es que, antes de aparecer en las pantallas, tuvo que atravesar un camino largo y lleno de obstáculos. No técnicos ni creativos, sino legales. Porque para que esta historia pudiera contarse de nuevo, primero había que hacer justicia.