La articulación publico privada en la lucha contra la desnutrición infantil (CT-C18-ARPRSAL)

La articulación publico privada en la lucha contra la desnutrición infantil: el caso CONIN

Código Casoteca: CT-C18-ARPRSAL

Autor: Adrián Spitaleri

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Resumen:

Juan Patalili, abogado y miembro fundador del Centro de Investigación de Políticas Públicas (CIPP), analizaba junto a su máxima colaboradora, la ingeniera Inés Wueyson, el convenio que la Fundación CONIN (Cooperadora para la Nutrición Infantil), había firmado con el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), el pasado 27 de abril de 2016. Comenzado dicho año, el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), había contratado a Juan, a través del CIPP, a realizar un trabajo de investigación sobre la desnutrición y su articulación con las políticas públicas en Sudamérica, el cual publicaría a fines de 2017.
El trabajo contemplaba una investigación y conclusión preliminar de todo lo realizado en materia de desnutrición en Chile y en Argentina, y su vinculación con las políticas de estado, para poder implementar un plan de erradicación. Juan e Inés vivían en Buenos Aires, pero habían logrado entrevistar al Dr. Abel Albino, oriundo de Mendoza y fundador de CONIN en Argentina, con el cual habían hablado sobre su trabajo con la desnutrición en dicho país y todo lo aprendido de su mentor, el Dr. Fernando Monckeberg en CONIN de Chile.
Con todo el material informativo y los libros escritos por los Dres. Albino y Monckeberg y sus colaboradores, empezaron a investigar y analizar todo lo realizado en ambos países para combatir la desnutrición infantil. La gente de CONIN Argentina también les facilitó los convenios que se firmaron con el Gobierno Nacional, seis meses atrás. Pudieron leer casi todo el material en muy poco tiempo, además de las varias páginas visitadas en la web, para complementar la información. Si bien tanto Juan como Inés leyeron las actuaciones en ambos países, fue Juan quién leyó más de lo realizado en Argentina e Inés lo propio con Chile.
“Inés, me gustaría que analizáramos los convenios firmados por el MDS con CONIN”, le comentó Juan. Y agregó: “Estuve leyendo con mucho detenimiento la metodología CONIN y la propuesta de CONIN que se desarrolla en el libro: Así se combate la Desnutrición. En el convenio Específico, firmado en Junio de 2016, se detalla el Plan de Objetivos y Acciones Específicas y en el libro aparecen las primeras directrices que, en número, son el doble de los planes propuestos en el convenio, además de una propuesta muy diferente respecto a la multiplicación de Centros de Prevención”. “¿Y qué es lo que te preocupa concretamente?”, preguntó Inés, con sorpresa.
“Creo que la propuesta de CONIN es realmente abarcadora, en respuesta a combatir el problema de la desnutrición y que los planes y métodos propuestos no condicen con los firmados en el convenio con el Gobierno Nacional, para erradicar la desnutrición infantil en Argentina”, expresó Juan con preocupación. Finalmente, y para terminar de exponer sus comentarios al análisis propuesto, le dijo: “Vos has leído las acciones llevadas a cabo en Chile por el Dr. Monckeberg y me parece que, contextos aparte, los cuales son muy importantes a tener en cuenta, veo limitadas las acciones a realizar en Argentina y más aún veo diferencias significativas de implementación en ambos países. Sería bueno estructurar nuestro análisis en función de estas diferencias, ¿qué te parece Inés?”.
“Sí, efectivamente. Creo que sería muy importante para poder sacar conclusiones y analizar estas diferencias, conocer y entender las políticas, los programas, los cambios institucionales e iniciativas legales implementados, que conformaron el proceso que permitió erradicar la desnutrición infantil en Chile”, respondió Inés con seguridad. Y preguntó entusiasmada: “¿No crees que además podríamos pensar e incorporar algunas ideas en cómo transformar esta necesidad en Argentina en política de estado y su posterior evaluación?”
“¡Claro que sí”, – contesto Juan -, “¡solo a mí se me ocurre trabajar con una ingeniera!”

Extensión del SAME al AMBA (CT-C14-ARPRPLU)

Extensión del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)

Código Casoteca: CT-C14-ARPRPLU

Autores: Felipe Gonzalez Bartalay, Pilar Raffanelli, Laura Guevara, Ariel Bayon y Asociacion Civil Governeo

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Resumen:

Inspirada en el modelo de la atención pública de París (Francia), en el año 1.883 se fundó en Buenos Aires la Asistencia Pública, la que comenzó a funcionar como un Servicio de Primeros Auxilios en el centro de la ciudad de Buenos Aires durante el transcurso del año 1.897.
Con posterioridad, luego de más de seis décadas, se creó el Centro Informativo Permanente para Emergencias y Catástrofes (CIPEC) dependiente de la Secretaría de Salud de Buenos Aires (año 1963). En sus orígenes el aludido Centro coordinó las comunicaciones para el funcionamiento de las ambulancias y la atención de las emergencias, ocupándose posteriormente (al suprimirse la Asistencia Pública) del ordenamiento en el transporte de cadáveres, la entrega de sangre y las prestaciones en competencias deportivas.
En el año 1986, las autoridades de la Secretaría de Salud Pública y Medio Ambiente de Buenos Aires crearon la figura del Coordinador Médico de Urgencia. Su designación fue mediante concurso entre los profesionales con desempeño en las guardias de urgencia de los Hospitales Generales de Agudos y entre sus principales funciones, se encontraban las de brindar asesoramiento médico a la Dirección del CIPEC y representar a la Secretaría de Salud Pública y Medio Ambiente en todos los aspectos relacionados con la urgencia.
No obstante el papel esencial que desempeñaba el referido Coordinador, en función del aumento de la demanda en la atención de urgencias y emergencias médicas, urgió la necesidad de crear una dependencia única destinada a organizar las áreas operativas y de apoyo, las que hasta ese entonces, eran desempeñadas por sectores dependientes de la Dirección General de Sistemas de Comunicaciones (CIPEC), la Dirección General de Material Rodante (ambulancias) y la Dirección General de Atención de la Salud (Coordinación Médica). En efecto, mediante el Decreto Nº 3.310 firmado por el -entonces- Intendente Municipal de Buenos Aires con fecha 16 de agosto de 1991, se transfirieron las unidades orgánicas a la Dirección General Adjunta Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), la cual fue posteriormente elevada al rango de Dirección General.
Más recientemente, el 6 de diciembre de 2005, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la Ley N° 1.883 bajo el rótulo “Gestión de Emergencias Médicas.” No obstante haber sido totalmente vetada por el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Legislatura porteña insistió con su aprobación, convirtiendo a aquel texto legal en norma vigente.
Dicho cuerpo legal prevé que “el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mediante los subsectores de salud definidos en la Ley N° 153, brinda a todos los habitantes de la ciudad la prestación de servicios de salud en situaciones de urgencia y/o emergencia extrahospitalarias o prehospitalarias entendida como un servicio operacional y de coordinación para los problemas médicos urgentes y que comprende todos los sistemas de atención médica y transporte que se presta a enfermos o accidentados fuera del hospital y que constituye una instancia previa al tratamiento de urgencias hospitalarias.” (art. 1° Ley cit. y su modif. Ley N° 2.127). Asimismo, dicho plexo normativo le atribuye competencia para la atención de los requerimientos del servicio de emergencia extrahospitalarios del subsector estatal, a la autoridad responsable del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), quien debe gestionar la atención de los pacientes en casos de urgencia-emergencia extrahospitalaria, brindando la respuesta más apta a la naturaleza de los auxilios (art. 4, Ley cit.).
En síntesis, actualmente el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) es un servicio gratuito de atención médica de urgencias y emergencias, tanto individuales como colectivas, dependiente del Ministerio de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Estaciones Saludables (CT-C12-ARPRSAL)

Estaciones Saludables

Código Casoteca: CT-C12-ARPRSAL

Autor: Octavio Tesone

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Resumen:

Laura Rocha escribía para La Nación el 26 de Julio de 2012 que “Una chocolatada con galletitas para empezar el día, algún tipo de carne con papas fritas y un postre que no siempre es una fruta. Muchos snacks, mucha PlayStation o televisión y golosinas varias como premio al buen comportamiento. Y para refrescarse, más gaseosas que jugos naturales. De ejercicio físico, ni hablar. Esta es la dinámica diaria de la mayoría de los chicos y adolescentes porteños. Los números que reflejan esta tendencia son reveladores.
Uno de cada cuatro chicos de entre 5 y 12 años padece sobrepeso u obesidad, y más de la mitad ni siquiera pasa una hora por semana al aire libre con sus amigos. Tampoco destina ni una hora, entre lunes y viernes, a actividades físicas extraescolares y, en cambio pasan frente al televisor 18 horas semanales. Estas son algunas de las cifras de la primera encuesta nutricional que realizó la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno porteño, que contó con el acompañamiento técnico del Centro de Estudios en Nutrición Infantil (Cesni) y Unicef”1.
En el relato de Laura Rocha encontramos varios de los motivos que impulsaron el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a desarrollar la política pública de Estaciones Saludable. Es en ese sentido, que Mauricio Macri inauguraba la primer Estación Saludable en los Bosques de Palermo en mayo de 2012. En ese acto compartía con los presentes y con la prensa los objetivos del plan de gobierno: “Queremos que los vecinos vengan a estos espacios públicos y gratuitos, donde van a recibir instrumentos e información muy útiles para la prevención y el correcto cuidado de la salud”. El Jefe de Gobierno estaba acompañado por María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta y el doctor Alberto Cormillot mostrando la importancia de la iniciativa para la gestión.
Asimismo, agregaba “Si somos capaces de corregir los malos hábitos de vida, podremos tener resultados espectaculares en el cuidado de la salud”2.
El 26 de Julio de 2012, en la nota de Rocha, María Eugenia Vidal manisfestaba que: “los porteños comemos mal y no hacemos suficiente actividad física. Estamos trabajando en el desarrollo de planes de prevención de enfermedades crónicas promoviendo hábitos más saludables”3, revelando el eje central de la política pública de las Estaciones Saludables: prevención de las enfermedades crónicas no transmisible y la promoción de hábitos saludables.