En 2026 se cumplirán veinte años de la adopción de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Aquel tratado marcó un antes y un después: reconoció que la discapacidad no es un problema médico, sino una cuestión de derechos humanos. Pero casi dos décadas después, ¿cuánto hemos transformado nuestras políticas, nuestras instituciones, nuestras formas de mirar?