El ex ministro nacional y actual miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano, Gustavo Béliz, presentó su nuevo libro “Atlas de Inteligencia Artificial para el desarrollo humano de América Latina y El Caribe”, en el marco de un panel de expertos que se desarrolló el pasado jueves 27 de noviembre en la sede Cerrito de la Universidad Austral. La necesidad de crear un marco regulatorio global vinculado a la IA, el establecimiento de reglas de juego claras y un enfoque multidisciplinario que incluya un pacto social fueron algunos de los temas debatidos.
¿Cómo puede la Inteligencia Artificial promover el desarrollo humano? ¿De qué manera puede fortalecer o degradar la democracia? ¿Qué efectos tiene sobre la productividad y el empleo? Estos y otros interrogantes fueron debatidos durante la presentación del nuevo libro de Gustavo Beliz, Atlas de Inteligencia Artificial para el desarrollo humano de América Latina y el Caribe.

Ante un auditorio colmado, el encuentro -organizado por la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral, en el marco de la Maestría en Políticas Públicas y la Diplomatura en Gobierno 5.0– fue inaugurado por Gabriel Astarloa, decano de la Facultad de Derecho y Celina Cantú, vicedecana y directora del máster en Políticas Públicas, quienes presentaron a los oradores.
Con la moderación del director del Observatorio de IA, Innovación y Gobierno de la Universidad Austral, Jorge Vilas Díaz Colodrero, integraron el panel el Procurador General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand; el analista político Enrique Zuleta Puceiro; la ex directora del Intal del BID, Ana Basco y el exministro de Hacienda de Chile, Felipe Larrain, quien participó de forma virtual.
El libro de Beliz, que llevó más de dos años de trabajo, busca incorporar al debate público el concepto de “IA Ceno”. “Todos conocemos el concepto de antropoceno; el efecto que la acción del ser humano provoca sobre la corteza terrestre en términos climáticos, ambientales, meteorológicos, todo lo que vemos con respecto al cambio climático clásico. Lo que advertí luego de profundizar este tema es que la inteligencia artificial está provocando un cambio de era que es un subelemento de este antropoceno y que tiene que ver con el calentamiento tecnológico global multidimensional”, explicó Beliz en el inicio de la presentación.
Para el autor, la IA está generando “un calentamiento tecnológico que no influye solamente sobre la corteza terrestre, sino que influye sobre todo en nuestras mentes, en nuestros cerebros. Impacta sobre nuestras células, sobre nuestra conformación genética y que tiene el riesgo de generar el advenimiento de nuevas especies y, de hecho, estamos conviviendo con una nueva agencia, un nuevo tipo de agencia que no es algo similar a lo que ha ocurrido en otras épocas de nuestra humanidad”.

Entre otros conceptos, Beliz destacó la importancia del pacto social: “El peor automatismo que le podemos dar a la inteligencia artificial es dejarla librada al piloto automático. El pacto social importa. El diálogo entre trabajadores, empresarios, autoridades públicas, academias es muy importante. Si va a haber o no desempleo masivo, desplazamiento, reemplazo del trabajo va a depender de las decisiones que se tomen desde el punto de vista del valor social agregado que incorpora la inteligencia artificial”, aseveró.
Para finalizar su presentación, Beliz citó una frase de San Juan de la Cruz: “Donde no hay amor hay que poner amor para sacar amor”. “Si no hay amor en el diseño de la IA, tenemos que ponerlo, poner nuestra mejor capacidad de creatividad para el bien.Tenemos que hacer que estos sistemas, desde nuestro uso personal hasta las decisiones de políticas públicas, estén orientadas para el turbo desarrollo, para la gran tarea que tenemos por delante. Hay un dilema muy claro: o estamos frente a un darwinismo tecnológico que va a terminar anulándonos en nuestra capacidad de ser, de existir o estamos frente a la enorme y también posible alternativa de un desarrollo humano integral”, concluyó.

Luego, fue el turno de los panelistas. Basco destacó que la obra “sienta una posición sobre un tema central que es la IA de una forma contundente, de una forma apasionada, porque llama a la acción y es también normativo. Es un libro técnico, político a la vez y tiene un alma filosófica”.
A continuación, Conte Grand remarcó que el libro implicó “una tarea majestuosa, descomunal”, en el que “se retoman debates de la humanidad de años y décadas anteriores en perspectiva de la inteligencia artificial”.
“Cuando la IA deje de ser inteligencia artificial sapiens, y sea una IA autónoma, nosotros ya no tendremos chance y esto depende de lo que se vaya haciendo en estos primeros momentos”, advirtió el Procurador General bonaerense. Y sumó: “La inteligencia artificial no se detiene para nadie. Y creo que es muy importante que personalidades de la valía de Gustavo, de su envergadura profesional, nos estén alertando sobre la necesidad de difundir una sana doctrina”.
Desde Chile, Larrain indicó que “todavía no hay una evaluación clara sobre qué va a pasar con los efectos del empleo de la IA, pero me atrevo al menos a decir que la inteligencia artificial va a destruir una cantidad importante de empleo; y esa destrucción de empleo requiere acción y requiere políticas públicas. No podemos dejar que esa gente pierda el empleo abandonadas a su suerte. Se requieren políticas de capacitación y de reconversión laboral”.
Finalmente, Zuleta advirtió que hoy en día “la dirección no está muy clara ni lo va a estar, por lo que tenemos que prepararnos para los escenarios más dantescos, como le está pasando a casi todas las democracias del mundo”. “La situación hoy es de conflicto, ante la paradoja de la globalización y la paradoja de la ignorancia. Cuanto más sabemos, más sospecha nos produce. La inteligencia asusta. La inteligencia genera sospechas”, señaló.
En esa línea, Zuleta indicó que “el horizonte de la inteligencia artificial es el de la responsabilidad. Allí nos encontramos los apocalípticos, que son casi todos, y los integrados, que creemos en el enorme valor de esta concepción. Es una nueva era y ahora son muchísimos mayores los riesgos sistémicos”.
Durante el evento, se presentó también en sociedad el nuevo Observatorio de Inteligencia Artificial, Innovación y Gobierno, en el marco de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral. “El Observatorio nace en la Universidad Austral justamente respondiendo al debate que nos plantea Gustavo de cómo afrontar esta nueva era y nos centralizamos en establecer criterios. No convertirnos en una academia dónde enseñar cómo hacer prompt o agentes con el último sistema de IA que rápidamente queda obsoleto sino fundamentalmente educar en tener criterio, juicio, sentido crítico y capacidad para usar adecuadamente los sistemas de IA, porque es lo que nos va a diferenciar como seres humanos de éstas máquinas. Sino nos transformamos, sin querer, como hace poco decía el filósofo Byung-Chul Han, en esclavos de éstas”, explicó su flamante director, Díaz Colodrero.