Los jóvenes que vapean tienen hasta tres veces más probabilidades de terminar fumando cigarrillos convencionales que quienes nunca han usado un vapeador, según un estudio liderado por investigadores del Reino Unido. Los especialistas advierten que el vapeo no es inocuo: expone a jóvenes y adultos a múltiples tóxicos y se asocia con asma, enfermedad pulmonar y problemas cardíacos. Incluso los dispositivos que se declaran libres de nicotina suelen contener la sustancia.