En su bellísima obra Communitas, el pensador italiano Roberto Esposito establece el origen de la comunidad no en una “propiedad” en común de sus integrantes sino en un “cum-munus”, en una “deuda”, de donde en buena lógica comunidad se opone a in-munidad, lo que carece de deuda alguna, y en eso parece habérsenos convertido a todos la política y casi todos cuantos la ejercen profesionalmente, un espacio en, y desde el que no se reconoce estar en deuda con nada ni con nadie.