Estudiantes de Ingeniería Biomédica crean un dispositivo para el crecimiento de bacterias

26.05.2025

Autor: Grado Ingeniería

​Santiago Fontana y Marina Conrad, estudiantes de 4° año de Ingeniería Biomédica de la Universidad Austral, desarrollaron un agitador celular funcional y de bajo costo, especialmente diseñado para adaptarse al equipamiento del BioLab de la Facultad de Ingeniería.

El proyecto surgió a partir de una propuesta del Director de la carrera, Ignacio Cassol, quien invitó a los alumnos a sumarse a distintos desafíos técnicos con impacto real. Uno de ellos fue la creación de un agitador celular, un equipo clave en los laboratorios para el crecimiento de cultivos bacterianos. Estos dispositivos agitan los líquidos de cultivo para mantener las células en suspensión, mejorando su oxigenación y facilitando así un crecimiento más eficiente.

Ingenio, tecnología y sustentabilidad

Los agitadores celulares comerciales que se venden actualmente presentaban dos grandes obstáculos: no entraban en la incubadora del laboratorio por su tamaño y su costo era muy elevado (alrededor de $500.000). Frente a eso, Marina y Santiago decidieron construir uno por su cuenta, con un presupuesto total de apenas $50.000.

El proceso de construcción del agitador fue un claro ejemplo de la aplicación de los conocimientos adquiridos en la carrera. La materia Electrónica Digital fue clave, ya que les proporcionó las herramientas necesarias para trabajar con microcontroladores. Estos dispositivos, que funcionan como mini computadoras, permiten controlar los distintos componentes del agitador —como la pantalla, los botones y el motor— mediante impulsos eléctricos.

Los alumnos programaron un código con instrucciones específicas para cada componente, dándole así «vida» al dispositivo. Configuraron el sistema para que el motor agitara los recipientes durante la noche, logrando un movimiento continuo del líquido de cultivo.

“Así, el líquido sube por las paredes del recipiente, aumentando el contacto con el oxígeno, algo fundamental para el crecimiento bacteriano”, explica Santiago.

El diseño físico del agitador estuvo a cargo de Marina Conrad, quien utilizó una impresora 3D para crear una estructura que no solo fuera funcional y cómoda de usar, sino que también se ajustara perfectamente al espacio reducido de la incubadora del Biolab.

Un futuro emprendimiento

El dispositivo creado también forma parte de otro proyecto académico, en el cual los alumnos tenían la compleja tarea de crear una empresa. Así nació la idea de una startup dedicada a diseñar equipamiento de laboratorio de bajo costo para instituciones educativas, que no siempre requieren la sofisticación de los equipos comerciales.

“Hay muchos espacios de formación e investigación que no necesitan una rigurosidad extrema, pero que no pueden acceder a equipamiento por su alto costo. Nosotros queremos cubrir ese espacio con soluciones accesibles y eficientes”, explican.

Con creatividad, conocimientos aplicados y una mirada emprendedora, Marina y Santiago demostraron que la innovación también puede surgir desde el aula.

Baticélula, como se apoda el dispositivo dentro del laboratorio, es la muestra del ingenio, la dedicación y el compromiso social de los alumnos de Ingeniería Biomédica de la Universidad Austral. Es, además, un reflejo del impacto de la formación universitaria: ideas que resuelven problemas reales y proponen un cambio en el mundo científico y educativo.

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