Organizada por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) y la Universidad Austral, la Media Party University llegó al conurbano. El 25 y 26 de abril, estudiantes y profesores participaron de un encuentro que marcó un hito al reunir a una universidad pública y una privada en un proyecto común orientado a democratizar el acceso a los contenidos y fomentar la innovación en comunicación y tecnología.
Desde el comienzo, el Media Party University fue planteado como un espacio de encuentro territorial y generacional, en el que más de 1300 estudiantes provenientes de diez universidades participaron en keynotes, talleres y workshops. Durante las jornadas, el enfoque estuvo puesto en cómo la convergencia entre medios de comunicación y evolución tecnológica puede fortalecer los lazos sociales y democráticos, en un contexto atravesado por la desigualdad urbana y la fragmentación social.
Fernando Ruiz, docente de Periodismo y Democracia en la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, fue uno de los artífices de este encuentro. Uno de los principales objetivos del Media Party, según él explicó, es generar una “corteza digital” que permita conectar un territorio históricamente desintegrado, en términos de diseño urbano, y de acceso equitativo a oportunidades de formación e innovación. Esta edición, además, se ancló en el contexto local, que permite que la comunicación se consolide como una herramienta para potenciar la integración social y repensar el rol de los comunicadores en una democracia plena.
En el contexto social, Santiago Aragón, miembro del cuerpo docente de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, ofreció una charla titulada «Usted está aquí». Propuso una reflexión profunda sobre la identidad conurbana y las desigualdades estructurales que atraviesan este territorio.
Aragón propuso un análisis en el que destacó que el 70% de la población de la provincia de Buenos Aires reside en el conurbano, una región donde, según citó, “la localidad determina el destino”. Esta afirmación sirvió como punto de partida para describir los múltiples síntomas de la fragmentación social que caracterizan a esta área. Entre ellos, destacó el doble cierre de exclusión, entendido como un fenómeno donde incluso dentro del conurbano se replican dinámicas centro-periferia, generando que quienes habitan las periferias más alejadas sean doblemente discriminados. La invisibilización, que refiere a la falta de representación de las realidades conurbanas en los discursos públicos y mediáticos. Y el exotismo, que señala la percepción del conurbano como una «tierra incógnita» para quienes no habitan la región, cargada de estereotipos y desconocimiento.
Ante los síntomas de fragmentación observados, Aragón propuso el concepto de RASO, asociando cada letra de esta sigla a un valor específico: Resiliencia, Autoestima, Solidaridad y Organización. Según su planteo, estos elementos constituyen respuestas y potencialidades propias de los territorios del conurbano. Tales características permiten comprender las dificultades que atraviesan estas comunidades, y las formas de resistencia, construcción colectiva y reafirmación identitaria que emergen desde lo local.
De este modo, la charla propuso un diagnóstico sobre las problemáticas territoriales, y una invitación a reconocer las fortalezas sociales que configuran el conurbano bonaerense como un espacio vital, dinámico y fundamental en el mapa sociocultural argentino.
Los testimonios recogidos entre estudiantes y docentes que participaron del evento reflejaron el entusiasmo por haber formado parte de una experiencia que articuló conocimiento académico y experiencia práctica fomentando lazos sociales. Como señaló Fernando Ruiz: “En el Gran Buenos Aires, lo físico está muy separado, muy desconectado; los viajes cuestan, el encuentro cuesta, y la corteza digital une”. En los pasillos y auditorios de la UNLZ y la Universidad Austral, se multiplicaron los intercambios no solo en torno a la innovación digital, sino también acerca del rol social del comunicador frente a las urgencias de sus comunidades. Para muchos asistentes, fue la primera oportunidad de vivenciar un espacio donde las tecnologías de la información y la comunicación se pusieron al servicio de la transformación social, más allá del consumo individual o de las lógicas del mercado.
Además de su valor formativo, la colaboración entre universidades públicas y privadas abrió un interesante debate sobre el rol de las instituciones educativas en la producción de conocimiento situado. El Media Party University funcionó como una experiencia de innovación pedagógica, en la que se exploraron nuevas formas de enseñar y aprender en contextos marcados por la complejidad social. Las mesas de trabajo entre docentes de distintas casas de estudio evidenciaron el potencial de construir redes colaborativas que trasciendan las fronteras institucionales y avancen hacia una agenda común centrada en la justicia educativa y comunicacional. Así, la “corteza digital” propuesta por Ruiz se materializó como un puente entre la UNLZ y la Universidad Austral, y como una apuesta concreta por integrar territorios, saberes y actores diversos en la construcción de una ciudadanía más equitativa e inclusiva.Esta serie de encuentros continuará los días 2, 3 y 4 de octubre con una nueva edición de la Media Party Buenos Aires, que se realizará en Ciudad Cultural Konex. Este evento proyecta y amplía los objetivos ya trabajados en el conurbano, reafirmando la necesidad de repensar la comunicación no solo como una herramienta técnica, sino como un pilar fundamental en la construcción de sociedades más democráticas, inclusivas y socialmente comprometidas.
* Nota publicada en el blog Comunicación Pública de la Ciencia en Comunicación.
