En pleno Siglo XXI, el capital humano gana cada vez más protagonismo frente a los recursos materiales y  cómo los utilizamos. Por eso, una educación de calidad, particularmente en la educación universitaria, es apostar por el futuro del mundo en el que vivimos y de nuestro país. En épocas de grietas que buscamos constantemente superar, todos coincidimos en reconocer a la Universidad como la llave para un futuro próspero y factor decisivo para igualar oportunidades.
Contar con el apoyo de personas, empresas e instituciones para abrir la puerta a muchos jóvenes a la era del conocimiento, sabemos que realmente “hace la diferencia”. Primero, para cada uno de ellos; luego para toda la sociedad. Y en definitiva, para todos los que nos ilusionamos con un futuro más justo con las personas y respetuoso con la Casa Común. Queremos agradecer a quienes, con su aporte a nuestro Fondo de Becas, vienen haciendo posible que jóvenes con talento y responsabilidad –pero sin medios económicos suficientes- puedan acceder a una educación universitaria de excelencia.