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La Economía de Francisco es una convocatoria que realizó el Papa en 2019 a jóvenes economistas, empresarios y changemakers que estuviesen trabajando en crear nuevas formas de hacer economía y gestionar negocios, para compartir y potenciar maneras de cambiar la economía mundial (que actualmente genera una gran cantidad de pobreza y exclusión al tiempo que contamina el planeta).

Este encuentro iba a realizarse en 2020, pero la pandemia hizo que fuera virtual, quedando latente el anhelo de concretarlo presencial a futuro, lo cual se hizo realidad en Asís, Italia, los últimos días del pasado septiembre. María Fernanda Figueroa, docente e investigadora de Facultad de Ciencias Empresariales de la Austral y becaria de Conicet, fue seleccionada para participar en esta convocatoria, ya que hace 14 años que investiga sobre negocios sostenibles y está realizando actualmente su tesis doctoral sobre Empresas Sociales en Argentina.

Durante estos dos años los participantes continuaron trabajando en 12 grupos (negocios en transición, trabajo y cuidado, finanzas y humanidad, agricultura y justicia, mujeres por la economía, energía y pobreza, entre otros) y también en hubs nacionales y regionales, con la finalidad de compartir acciones que cada uno ya estaba impulsando, pero también de llevar adelante acciones conjuntas que respondieran a las necesidades locales.

“Participar del evento en Asís y de esta red que venimos construyendo hace dos años me ha permitido afianzar mi vocación por la enseñanza y la investigación en nuevas economías y negocios sostenibles, conscientes de que somos responsables de generar nuevas formas de entender y hacer economía para que no se generen más descartados y excluidos. Una economía basada en la cultura del cuidado del prójimo en el sentido amplio (humano y naturaleza). Además, conocer tantas realidades me permitió adquirir muchas herramientas e ideas para implementar en mi trabajo cotidiano”, comenta María Fernanda, sobre su experiencia personal con “La Economía de Francisco”.

Según su testimonio, el Papa Francisco animó a seguir enfrentando las dificultades que se presentan en este camino de innovación y cambio, entendiendo que la economía mundial es un sistema muy complejo de transformar. “Nos animó a tener coraje y seguir por este mismo camino que es realmente necesario, y nos transmitió que él, la sociedad y el planeta confían en nosotros”, concluyó Figueroa.

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La Universidad Austral está entre las principales universidades del mundo con menos de 50 años y entre las más prestigiosas de América Latina, según QS World University Rankings.