“En un nuevo escenario social, sanitario y docente que día a día nos desafía, los profesionales de Enfermería y alumnos son muy variados en su perfil y tienen una gran necesidad de acompañamiento como garantía de una incorporación exitosa o de un aprendizaje práctico seguro. La mentoría es hoy, en el marco de un Hospital que apunta a la calidad del cuidado y a la seguridad del paciente, un valor primordial que permite la adaptación a las exigencias que este objetivo lleva como impronta. El desafío mayor es compatibilizar el cuidado del paciente con el apoyo al ingresante”, refirieron Alejandra Parissotto y Alicia Valentina García, integrantes del equipo de Enfermería del Austral.
La mentorización en Enfermería sigue siendo la gran estrategia de acompañamiento, guía, orientación, enseñanza y evaluación de competencias profesionales e institucionales tanto en relación a pares (otros profesionales de enfermería) como a estudiantes; más aún cuando el objetivo es atraer, motivar y retener a los escasos recursos humanos de Enfermería con los que se cuenta, algo que caracteriza a nuestra región.
“El concepto de mentorización no es nuevo. Proviene de la antigua Grecia, de Mentor, uno de los personajes de la Odisea, la obra de Homero. Mentor cobra protagonismo cuando Ulises deja su hogar para ir a la guerra de Troya y le pide a su amigo que se haga cargo de su hijo Telémaco. Así, Mentor asume el rol de guía, lo educa y le enseña”, relataron las profesionales.
Así, hay una relación imprescindible entre el aspecto formal de la mentorización del recién ingresado y la importancia capital de ser los “guías y maestros” de aquellas personas que deciden ingresar al Hospital buscando la oportunidad de crecer.
Por eso, en el marco del Programa, la mentoría es ejercida por profesionales de todas las áreas, algunos con designación formal y otros que asumen ese rol para ser la vara donde se pueda apoyar el otro.
“Es una suma de valores pero también de virtudes que se viven en el día a día. También está el esfuerzo por ser mejor, lo mejor que se pueda para el otro, para que aprenda de lo bueno. En cuanto al rol, exige de los mentores practicar las virtudes humanas: prudencia, justicia, templanza y fortaleza para no sucumbir en el intento de llevar adelante las tareas diarias”, detallaron.
Así, el compromiso asumido por cada uno de ellos es muy grande y los frutos son importantes, sobre todo porque se tienen que dar ciertas condiciones de ambas partes para que sea fructífero.
Estas actividades, entre otras desarrolladas por el Hospital Universitario Austral, se ven inmersas en la realidad de la enfermería de la República Argentina, tal como se refleja en la siguiente nota de Télam.
La falta de enfermeros: un debate imprescindible, pero ausente en la agenda pública
Al celebrarse hoy el Día Internacional de la Enfermería, Dolores Latugaye, de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, opinó para Télam sobre la falta de enfermeros en la Argentina.
En la Argentina tenemos 42,4 enfermeros por cada 10.000 personas, contando tanto a enfermeros profesionales como licencianciados en enfermería.
Los datos surgen del informe «Los Recursos Humanos de Salud en Argentina» del Observatorio Federal de Recursos Humanos en Salud de Ministerio de Salud, correspondiente a 2013 pero publicado en 2015.
El mismo documento señala que los trabajadores de enfermería contabilizaban ese año un total de 179.175, representando 23,4% del total de 766.000 trabajadores del sector de la salud en el segundo semestre de 2012: 335.000 en el sector público y 431.000 en el privado.
De acuerdo con el informe de Estadísticas Sanitarias Mundiales 2013 de la Organización Mundial de Salud (OMS), la Argentina se ubica en esta relación por debajo de Uruguay (55,5); Brasil (64,2); Estados Unidos (98,2); Canadá (104,3).
Queda a la vista que debemos trabajar esta problemática de escasez, al mismo tiempo que revalorizar esta profesión dado el impacto que tiene su ejercicio en la salud de las personas y el sistema de salud.
La concientización de la sociedad al respecto es importantísima, más cuando tenemos en cuenta que todos necesitaremos del cuidado de un enfermero en algún momento de nuestras vidas.
El desafío de la universidad es formar profesionales de enfermería que sean capaces de brindar un cuidado seguro y de calidad. Por otro lado, la universidad debe contribuir al desarrollo de la disciplina a través de la investigación y participar en la agenda de las políticas de desarrollo de los Recursos Humanos en salud.
(*) Escuela de Enfermería de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
Fuente: Télam