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El Instituto de Estudios Americanistas “Julián Cáceres Freyre”, de la  Universidad Austral, dirigido por el profesor Pedro Luis Barcia, de la Facultad de Comunicación, recibió un valioso legado  del médico,  naturalista, etnógrafo  y viajero francés Jehan Albert Vellard (1901-1996),  compañero de Lévi-Strauss y de Luis de Castro Faria  en varias  expediciones antropológicas por comunidades indígenas americanas de Brasil,  Bolivia, Perú, Paraguay, Argentina.

En nuestro país trabajó en Córdoba, fue   Jefe del Departamento de Zoología de la Universidad de Tucumán y director  del Museo Etnográfico de Buenos Aires (1975-1984).  Murió en Buenos Aires el 28 de julio de 1996.  Como conoció el proyecto y el ideario de  nuestra Universidad Austral, y tuvo concordancia con ellos, legó a ella una  considerable cantidad de materiales de valor antropológico.

El fondo Vellard, en cuyo ordenamiento colaboró generosamente  la antropóloga Dra. Alejandra Siffredi (CONICET), es rico y vario, constituido por  libros, colecciones hemerográficas, libretas de viajes y documentación diversa.  Una parte notable del legado la constituyen las aproximadamente 50.000 fotos  tomadas por el médico en sus viajes y que ilustran los más diversos  aspectos de pueblos originarios de América del Sur: las culturas guayaqui, aimaras,  mbwihá, nambikwara, bororo, urús, etc.

En algunos casos, los testimonios visuales son las únicas imágenes que  restan de ciertas tribus aborígenes, como es el caso de la nación nambikwara (Matto  Grosso brasileño). De allí, su inestimable valor.

La Universidad Austral emprendió la labor de conservación física y restauración digital de dicho material  fotográfico para ofrecerlo a la comunidad científica internacional.

Esa ingente labor se ha podido iniciar y sostener en proceso de  ejecución felizmente gracias al generoso apoyo de un convenio de colaboración y  donación con la Fundación Bunge y Born, que permitió la adquisición de la  aparatología de última generación para las tareas tecnológicas de rescate.

Las tareas de rescate de imágenes se llevan a cabo en el Laboratorio de Imágenes, de la Facultad de  Comunicación de la Universidad Austral, a cargo de la licenciada María Ana Baldani Cámara.  Las imágenes rescatadas son debidamente catalogadas y clasificadas por el  equipo de la Biblioteca Central, dirigido por la licenciada Alicia Nores. Una vez  terminado el proceso, se da a conocer la vasta colección fotográfica en  reproducciones, debidamente autenticadas, en un subportal del sitio electrónico  de la Biblioteca Central.

Vellard se trasladó al  Brasil,  con su madre,  en 1924, al Instituto Butantan, de San Pablo.  Amélie Vellard, acompañó a su hijo en varias de sus expediciones de  investigación. Se la recuerda, avanzando a través del Chaco o la Amazonia  calzando zapatos abotinados, largos guantes, sombrero y sombrilla.

En 1931, con motivo  un viaje   a los guayaqui, indios que no habían   tenido contacto con blancos hasta entonces, encontró una niña  abandonada. Jehan  adoptó como hija a la indiecita guayaqui,  bautizándola como Mary-Yvonne. Vellard y su madre educaron a la niña quien  aprendió el francés, el español y el portugués. Desde pequeña acompañó a su  padre en los viajes. En ocasión de un contacto con los desconfiados aimaras,  junto al Titicaca, que rechazaban al francés, la niña habló con los indios y  les narró, en media lengua, su propia historia. Los indígenas permitieron la  convivencia de ellos en la tribu.

Desde entonces, Mary-Yvonne  fue un eslabón importante con las comunidades indígenas, con las que  intercambiaba algunas artes –culinaria, cerámica, etc.– lo que consolidaba la  buena relación del padre  con los  aborígenes. La muchacha estudió etnología en Lima y secundó a Jehan con  provecho. Se tejieron algunas leyendas, como la de que su madre de leche había  sido una loba, entre otras.

De su estancia en la  Argentina, a Jehan le quedó el hábito de comer diariamente  un jugoso,   y casi sangrante  bife criollo y  su rechazo al pescado, tan del gusto francés. Tenía un habla rápida que  mezclaba, su entonación  y léxico  franceses con voces españolas y portuguesas.

La producción escrita de Vellard es abundante y gira sobre hábitos,  cuestiones de medicina natural, enfermedades   que afectaban a  las  tribus, como de ofidios, arañas venenosas,  batracios. Recibió varios doctorados honoris  causa de universidades hispanoamericanas, entre ellas de la Argentina,  y la Legión de Honor, de Francia.

El centenario y mítico  Claude Lévi-Strauss que vivió en  Brasil,  entre 1935 y  1939, conoció a Vellard  cuando este era ya un experimentado viajero expedicionario. Vellard acompañó a Lévi-Strauss en  algunas de las expediciones –en las que  oficiaba de etnólogo, médico y fotógrafo–por la selva amazónica y el Matto  Grosso. De una de estas expediciones,  Lévi-Strauss  obtuvo material para su tesina en la Sorbona: La vida familiar y social de los indios nambikwara (1948), que  Simone de Beauvoir estimó como un reposicionamiento de la mujer en las culturas  no occidentales. Lévi-Strauss volverá sobre esta experiencia brasileña, que lo  marcó, y a los recuerdos de aquellos viajes con Vellard, en Tristes trópicos (1955).  A la vez, Vellard obtuvo el enorme caudal de fotos sobre los nambikwara, que hoy  se preservan en la Universidad Austral.

Como exclusiva novedad para los lectores, damos a conocer  una breve galería de fotos, extraída de las  cinco mil disponibles sobre esta cultura aborigen particular, que  constituye  un sector privilegiado por su  absoluta exclusividad: imágenes de la comunidad nambikwara, de indios “naturalmente  ingenuos”,  que no tenían escritura  y “utilizaban   varios dialectos, varios sistemas según las  situaciones”;  “el empleo del nombre  propio está prohibido entre ellos”, como señala Lévi-Strauss.

El  Laboratorio de Imágenes ya ha procesado más de 25.000 fotos. El proceso,  en su etapa de laboratorio, incluye limpieza, estabilización, digitalización y  archivo. El material pasa luego a tratamiento de la Biblioteca Central, en la  que se colocan los epígrafes correspondientes para identificar cada pieza,  basándose bien en apuntaciones del propio Vellard, bien en documentación y  bibliografías específicas;  se les aplica  la marca de agua correspondiente,  y se  integran en un subportal especial.

Los antropólogos, especialistas en distintas  especialidades de las ciencias de la cultura, universitarios y público general,  tendrá, entonces, acceso a la reproducción digital de todo ese material. Con  ello, la Universidad Austral ofrecerá un rico campo de  investigación a la comunidad científica internacional.
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La Universidad Austral está entre las principales universidades del mundo con menos de 50 años y entre las más prestigiosas de América Latina, según QS World University Rankings.